Notas sobre la antigua celebración de la procesión de la Virgen de los Rondeles

La procesión salía desde la Ermita de la Veracruz y parece ser que en principio el hecho de llevar los rondeles ardiendo era para que sirviesen de antorcha, ya que en el siglo XVII y parte del siglo XVIII en Casarabonela no se disponía de un alumbrado publico. A partir de mediados del siglo XVIII se alumbran las calles principales y entonces salto a la palestra el hecho siguiente...

En la Veracruz se preparaban los rondeleros y sus ayudantes con los rondeles impregnados en aceite para que prendieran bien, pero si el rondel estaba muy empapado se corría el riesgo de que se consumiese antes de tiempo y quedara fuera de concurso, y si tenia poco –dependiendo también de como estuviera la noche- podía apagarse y quedar igualmente fuera de concurso. El rondel ardía con mucha rapidez y el rondelero, con la colaboración de su ayudante, tenia dos oportunidades para reducir el fuego: una en el caño de Alora y otra en el caño de la Plaza.Si se daba el caso contrario –que el rondel se fuese apagando- el rondelero le pedía a su ayudante que aplicase la cantidad de aceite necesaria para avivar el fuego mediante una panilla de aceite en un puchero de barro. Para ello bajaba el palo del entorchado y decía “basta” cuando lo creía oportuno,pero la aplicación la tenia que hacer el ayudante,tanto si lo hacia bien como si lo hacia mal.Si el rondelero cogía el puchero de barro para aplicar el mismo el aceite también era descalificado.

El ayudante iba detrás del rondelero con su puchero de barro en la mano y su panilla, que no podía usar hasta pasar el Llanete.El hecho de ir detrás tenia como finalidad dificultar todo el proceso ya que con el aceite que sueltan los rondeles que se van quemando es muy difícil mantener el equilibrio, y menos con un puchero de barro en la mano que, sí se rompía, provocaba la descalificación del rondelero aunque siguiera con su rondel en la procesión hasta la Iglesia.Por este motivo el rondelero tenia que poner mucho cuidado a la hora de elegir a su ayudante.

El prender fuego a los rondeles también tenia su ritual –y su importancia deportiva- ya que el ultimo en ser prendido era el del Rondelero Mayor, que recaía en la persona que había ganado el año anterior y que mantenía el titulo hasta que lo perdiese en buena lid o lo cediese a otra persona, generalmente a algún heredero. El pegar fuego a los rondeles recaía en un miembro del Cabildo Municipal o en un concejal.

El rondel del Rondelero Mayor –al ser el ultimo en comenzar a arder- tenia mas posibilidades de mantenerse mas tiempo ardiendo y ser el ultimo en apagarse. El resto de los participantes lo encendía con arreglo al numero que le hubiese sido adjudicado el año anterior por las personas que formaban el tribunal calificador –celosamente guardado durante todo el año- y que en caso de fuerza mayor podía ceder a otra persona.

Una vez que la procesión llegaba a la Iglesia los rondeleros se quedaban en la puerta hasta que terminaba el acto religioso, procurando mantener el rondel ardiendo. Después el alcalde o un concejal revisaban las antorchas que formaban los rondeles encendidos y ordenaban a un empleado del Ayuntamiento que entregase a cada ayudante otra panilla de aceite con la que poder aguantar la combustión el mayor tiempo posible. Entonces el publico pedía a gritos: “¿Concede otro, concede otro?” Al tiempo que sacaban sus pañuelos como si de una fiesta taurina se tratara. Con el “¡ concede otro¡” se estaban refiriendo no a mas aceite (eso lo pedirían mas tarde) sino a otro rondel, que por regla general el representante de la autoridad concedía, y con ello estaba asegurada toda una noche de fiesta, hasta el amanecer. Desde la puerta de la Iglesia pasaban todos a la Plaza, donde formaban un gran circulo, y alli permanecían comiendo, danzando, cantando, bebiendo aguardiente de orujo, contando chistes y todo lo que a la gente se le ocurría, incluso cruzando apuestas sobre los finalistas.

Mientras, el tribunal –formado por autoridades y gente de buena fe- tomaba café y comía churros y “hambrientas”, tomando nota del orden en que se consumían y apagaban los rondeles, hasta el ultimo que seria proclamado Rondelero Mayor, extendiendo los cerificados anteriormente citados.

Las mujeres podían participar como rondeleras debido al premio, que consistía en tres arrobas de aceite para el Rondelero Mayor, dos para el segundo lugar, una para el tercero y media arroba para el cuarto.

Parece ser que la prohibición de este certamen se debió a un cura al que llamaban el “Pa Fernando”, que le achaco un carácter pagano y lujurioso por participar las mujeres.

Este texto es el resultado de una conversación mantenida con Maria Andrades Reina, “Maria la Cantarrana”, nacida en Casarabonela el dia 15 de octubre del año 1872.

Consideraciones acerca de la Festividad de los Rondeles en Casarabonela

Celebrada desde antiguo, vituperada por algunos, alabada y defendidos por todos, prohibida y vuelta a recuperar, la celebración de la Virgen de los Rondeles –declarada a finales del 2001 Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía-constituye un fenómeno único que contribuye en gran medida a conformar, mantener y personalizar la identidad cultural de los habitantes de Casarabonela.

La explicación popular de la festividad –agradecimiento por la buena cosecha utilizando los capachos o rondeles para iluminar el recorrido de la Virgen-no debe rechazarse sin más, pero tampoco debemos simplificarla en demasía, reduciéndola a los aspectos puramente formales o externos.
El colectivo de los molineros como gremio ya existía en la época musulmana, siendo la producción de aceite una de las principales actividades económicas en el municipio. Independientemente de su religión –musulmana, judía o cristiana-el hombre que depende de la cosecha tratara por todos los medios de que esta sea abundante, y de la misma manera, una vez recogido el fruto, dará gracias si sus esfuerzos propiciatorios han dado el resultado esperado. El cómo se haga depende de numerosos factores, que ahora pasaremos a analizar.
Si partimos del hecho de que los festivales relacionados con el fuego se han celebrado por toda Europa y el Norte de África desde tiempo inmemorial, y de que su abundancia y variedad responde mas a la pura coincidencia que a un intento deliberado de imitar lo que ya se celebraba en otros lugares, veremos como, a lo largo del tiempo, aunque en determinadas épocas y lugares las circunstancias históricas han modificado en parte dichas celebraciones, también observamos que, en lo sustancial –y esto es lo verdaderamente importante-se ha mantenido inalterable el espíritu que las animó, que no es otro que el de favorecer la fertilidad de la tierra utilizando como referencia las dos épocas del año, el solsticio de invierno y el solsticio de verano, en las que el sol, en su trayectoria anual,alcanza,respectivamente,el punto mas bajo y el mas alto en el mediodía.
En este sentido el Cristianismo, como religión dominadora y dominante, lo único que ha hecho ha sido apropiarse para su propio beneficio –difusión y mantenimiento de la fe “verdadera”- de una serie de elementos ya de por sí muy antiguas, institunacionalizando mediante el uso de imágenes, advocaciones diversas y demás parafernalia algo tan natural y primitivo como es el deseo del hombre de estar en armonía con la madre naturaleza, en la que vive y de la que depende. Para explicarlo expondremos varios ejemplos:

1. -En la región de Auvernia(Francia) se celebra lo que se conoce como ceremonia de la Grannasmias, que consiste en aplicar el fuego a los árboles frutales como si se tratara de un hechizo para asegurar la fertilidad. El Granno a quien se dirigen las invocaciones y que da su nombre a las antorchas (grannasmias) ha sido identificado con el antiguo dios celta Grannus, el dios Apolo de los romanos. Posiblemente solo se trate de una coincidencia fonética pero es curioso observar que los moriscos del reino de Granada, el dia de año nuevo, celebraban una Pascua, llamada del “Granon”, y comían trigo cocido con leche, en memoria de haber sido esto lo primero que comió Amina, madre de Mahoma, después de haberle dado a luz


2. -En Berry (Francia) se encienden las hogueras cuando anochece, y toda la población, portando antorchas de paja ardiendo, se dispersa por el campo, recorriendo los sembrados, las viñas y los huertos. También en Alemania, Austria y Suiza hacen algo parecido por las mismas fechas.

3-En las montañas del Rhon, entre los limites de Hesse y Baviera (Alemania) tenían la costumbre de subir a la cima de una colina o un sitio alto el primer domingo de Cuaresma.Llevaban antorchas, escobas embreadas y pértigas envueltas en paja y corrían por el campo con las antorchas y escobas ardiendo hasta que al final las tiraban en un montón, sé ponían alrededor y cantaban himnos y canciones populares. Parece ser que esto se hacia para “alejar al maligno sembrador”, o en honor de la Virgen para que protegiera los frutos de la tierra durante el año y los bendijese

4. -En la montaña de la zona de los Vosgos se cree que las hogueras del solsticio de verano ayudan a proteger los frutos de la tierra, asegurando una buena cosecha.

5. -En Kunz, a orillas del río Mosela, queman una rueda de carro y la echan a rodar cuesta abajo. Si la rueda llega hasta el río sin apagarse es un indicio de que la vendimia será buena. La rueda que se apaga representa al sol claro y sin nubes, el mejor indicio de una buena cosecha

Existen, pues, dos teorías que pueden ayudarnos a entender el uso del fuego en este tipo de actos. Una seria la teoría solar, en la que el fuego es positivo, estimulante, y se cree que son hechizos solares o ceremonias mágicas, basándose en la ley de la magia imitativa, qué tiene por objeto asegurar una buena cantidad de luz solar, indispensable para hombres, animales y plantas. Asi, al encender un fuego, sé esta imitando en la tierra al sol como fuente de luz y calor en el cielo. La otra teoría, que conocemos como teoría purificadora, contempla el fuego como negativo, desinfectante y, en este caso, los fuegos que se utilizan en las ceremonias no se refieren necesariamente al sol, sino que su finalidad es simplemente purificadora, estando destinados a quemar y destruir todas las influencias dañinas, ya concebidas en forma indiviualizada como el trueno, el rayo, el incendio, la cizaña, y el añublo, las sabandijas, la esterilidad, las enfermedades y, sobre todo, las brujas, demonios o monstruos, ya en forma imprecisa, como algo que corrompe el aire. En apoyo de la teoría purificadora diremos que, de forma generalizada, es la que ha tenido mayor aceptación. La gente insiste una y otra vez en el aspecto destructivo del fuego y es muy significativo que el gran mal contra el que dirigen el fuego parece sé r la hechiceria. Cuando recordamos la gran preocupación que el miedo a la hechicería ha producido en la mente popular europea de todas las épocas, sospechamos que la intención primaria de todos estos festivales del fuego era simplemente destruir o por lo menos librarse de las brujas, considerads como las responsables de todas las desgracias y calamidades que recaían sobre los hombres, sus ganados y sus cosechas (la conocida y extendida costumbre de quemar figuras o parejas de ancianos durante las fiestas de las cruces de mayo apunta en este sentido, y no parece ser otro su origen)
Sabemos que antiguamente los capachos ardiendo iban extendidos (y se enrollaron argumentando que al ir desplegados la combustión era mucho más rápida y de lo que se trataba era de que estuviesen el mayor tiempo posible ardiendo, para no tener que utilizar otros nuevos), con lo que la manera de celebrarlo, al ser su forma redonda, sugiere que podría tratarse de una imitación consciente del sol, ya que la fuerza magica, el efecto, tendría lugar por medio de la imitación o simpatía (atracción simpatetica), imitando el resultado que se desea, se producirá en la realidad, copiando el progreso del sol por los cielos (subida desde la Veracruz hasta la Iglesia de Santiago, el lugar mas importante y representativo para el culto cristiano, qué a su vez se encuentra en La parte mas elevada de la ciudad antigua) se ayuda realmente a la luminaria aproseguir su jornada celesta con puntualidad y eficacia. Si apuntamos esta interpretación, basándonos en la teoría solar, es porque nos ha parecido una vía interesante para el debate, ya que insistimos en que la explicación simplista de la celebración nos parece claramente insuficiente para poder entenderla en toda su dimensión.
Otra cuestión que no podemos pasar por alto es que si el uso del fuego en los campos tiene por finalidad preservar los frutos de la tierra durante el año seria más lógico que la festividad de los Rondeles se celebrase durante el solsticio de verano (San Juan), ya que la etapa critica para el olivar es el periodo estival. Si la primavera no aporta mucha lluvia y el verano se alarga demasiado gran parte del fruto se cae y, por consiguiente, la cosecha es mala (otro tema es la misma naturaleza del olivo como árbol vezero, que no carga todos los años) Por esta razón la mayoría de los festivales relacionados con el fuego tienen un carácter preventivo, propiciatorio, de cara a la cosecha. No tiene, siguiendo este criterio, mucho mas sentido agradecer a la Virgen una cosecha que no ha sido abundante.

Pasemos ahora a describir como se desarrolla la festividad en Casarabonela:

1. -La procesión parte de la Ermita de la Veracruz, edificada sobre una antigua mezquita (posiblemente se trata de la mezquita del arrabal o de la parte de abajo, como así aparece en los textos del Repartimiento), cuando anochece (la mayor parte de los festivales relacionados con el fuego se celebran cuando se pone el sol)

2. –La comitiva realiza un recorrido ascendente (es frecuente hacer fuegos en lugares elevados-colinas o puntos altos-para que sean visibles desde una gran distancia) hasta la Parroquia de Santiago Apóstol (edificada sobre la antigua mezquita mayor o mezquita del viernes)

3. -La imagen de la Divina Pastora (la advocación de la Virgen Maria como Divina Pastora comenzó en 1706) va precedida por veinticuatro rondeleros distribuidos en dos filas (antes era el gremio de los molineros el que organizaba la procesión, siendo uno de los colectivos más importantes del municipio ya en época musulmana) y por dos pastorales, una de adultos y otra de niños, que utilizan, entre otros, instrumentos tan propios y característicos como las castañuelas moriscas. El hecho de qué la pastoral infantil acompañe a la de los mayores puede responder a una” función iniciatica” respecto a los jóvenes, ya que aprovechando la festividad los pequeños tienen una experiencia como adultos en el sentido de que realizan una salida en grupo sin la presencia directa de sus familiares (que forman parte del publico asistente) a unas horas que también se salen del horario normal

4. -Independientemente del elemento religioso, que esta muy presente, no podemos olvidar la dimensión estética y la función lúdica. La primera queda reflejada en las canciones (villancicos) y en la música de las pastorales, las luces y el fuego de los capachos y de los candiles (una de las explicaciones que se utilizan para aclarar el uso de los rondeles ardiendo es la de que servían para iluminar el recorrido de la imagen en una época en la que todavía no existía el alumbrado publico en el municipio, y esto puede ser cierto, pero nos parece una argumentación demasiado simplista), los colores, los vestidos propios de los miembros de las pastorales, los olores (humo, aceite), la gastronomía (chocolate con buñuelos y tostones de pan con aceite), las horas especiales (a partir de las 21,30 horas y hasta bien entrada la madrugada), los lugares específicos (Ermita de la Veracruz, las estrechas e intrincadas calles del pueblo en un recorrido ascendente, la Parroquia de Santiago y la Plaza de Casarabonela, donde todos los participantes, al final, se reúnen en torno al fuego) y la aglomeración de gentes procedentes de muy diversos lugares.
Esta faceta estética sirve para desarrollar las emociones individuales y colectivas porque hace que el individuo utilice todos sus sentidos y, a través de esa utilización, sé integre de forma plena en la festividad, bien formando parte de la procesión o como publico asistente a la misma.
No debemos considerar la función lúdica como algo secundario ya que, a través de ella, y a pesar de que se tiende a una reglamentación, el individuo libera energias. Esto es positivo, lo que no lo es tanto es el hecho de que, en cierta época, bajo el pretexto de que la participación de las mujeres como rondeleras daba a la fiesta un carácter más pagano y lujurioso que religioso (cuando en realidad el origen de la mayor parte de estas celebraciones es muy anterior a la aparición, desarrollo e implantación del Cristianismo como religión oficial) se llegase a prohibir la festividad. Desde la puerta de la Iglesia (los rondeleros no entran dentro del edificio), una vez acabado el acto religioso, todos los participantes se dirigían a la plaza, donde formaban un gran circulo en torno al fuego, y allí permanecían comiendo buñuelos-este producto era muy conocido en la época morisca- y tostones de pan con aceite, bebiendo chocolate y aguardiente de orujo, cantando, danzando, contando chistes y todo lo que a la gente se le ocurría, incluso cruzando apuestas sobre los finalistas de ese año. Esta actitud puramente festiva, que algunos individuos e instituciones califican de libertina, también parece tener su explicación, ya que su origen puede proceder no de la mera licencia de los participantes sino de la idea rudimentaria de que estas concentraciones que se prolongaban hasta el amanecer están justificadas e incluso son necesarias porque se cree que existe un lazo misterioso que liga la vida de los hombres a los movimientos celestes en los puntos críticos del año, o sea, durante los solsticios.

5. -Afortunadamente la tradición se ha recuperado, aunque se han producido modificaciones sustanciales: Ya no participan las mujeres como rondeleras, tampoco se conceden premios en aceite a aquellos rondeleros que aguanten mas tiempo con sus capachos ardiendo, también han desaparecido los ayudantes que, portando una cantidad de aceite ( una panilla en un puchero de barro), contribuían a que el rondel no se apagase y, sobre todo, sé esta potenciando el carácter religioso de la fiesta frente al lúdico-festivo.
Parece interesante resaltar el hecho de que el pricipal objetivo de la celebración antigua era aguantar el mayor tiempo posible con el capacho ardiendo –que entonces iba desplegado y no enrollado como hoy en dia-, de ahí la existencia de premios en aceite, ayudantes, puntos concretos para aflojar la llama en caso de necesidad (caño de Alora y caño de la Plaza) y un orden especifico de salida que se mantenía de un año para otro (el puesto de rondelero mayor, que salía el ultimo y así llevaba ventaja sobre los primeros, que tenían mas posibilidades de sufrir penalizaciones) hasta que se perdía durante la competición o se delegaba en otra persona.Como hemos señalado con anterioridad, en otras partes de Europa la duración de la llama es señal de buena cosecha y lo que no se apaga representa al sol claro y sin nubes,el mejor indicio para una buena cosecha.

6. -Veamos el aspecto religioso. Lo primero que tenemos que tener presente es que nuestra sociedad, desde tiempo, ha sido rural y este tipo de fiestas en las que participa parte de la comunidad están muy extendidas por gran parte de Andalucía, incluida la Serranía de Ronda.La participación de la Iglesia ha consistido, básicamente, en cristianizar antiguos ritos paganos de transición (solsticios de verano e invierno) En el caso concreto de los Rondeles pasamos de un tiempo denso (recogida de la cosecha) a otro mas lento y suave en las tareas agrícolas (el abonado, la ara y la tala)
Ya hemos indicado que la advocación de la Virgen Maria como Divina Pastora comenzó en el año 1706.Teniendo en cuenta este factor, si intentamos saber cuando comienza realmente la celebración, caben dos posibilidades: O bien la fiesta ya se celebraba antes con otras connotaciones y a partir de esta fecha adquiere el aspecto formal por el que se la conoce hoy en dia o bien la festividad surge a partir de esta época (principios del siglo XVIII) y no se celebraba con anterioridad. Existen argumentos para defender una u otra versión, aunque los hechos parecen decantarse mas por la primera hipótesis.
Fue el padre Isidoro de Sevilla, un sacerdote capuchino que tenia gran devoción por la Virgen Maria, el que concibió, mediante una revelación o un sueño, la imagen de la Divina Pastora tal y como la conocemos hoy. Desde 1706 hasta 1748 fueron los misioneros quienes promovieron la devoción hacia la Divina pastora, y difundieron el nuevo apostolado mariano entre los indígenas americanos y los españoles, sobre todo entre los primeros como “Pastora de Almas” ya qué, entre otras cosas, una de los objetivos principales era apaciguar el carácter violento y hostil de algunos indios. Llegados a este punto planteamos lo siguiente: ¿qué relación existe entre la Divina Pastora y la cosecha? ,¿Por qué usamos esta imagen para dar gracias por los frutos recogidos? Por la fecha de la celebración seria más lógico procesionar la imagen de Santa Lucia, cuya festividad se celebra el 13 de diciembre. El nombre de esta mártir cristiana esta relacionado con la palabra latina lucem, que significa luz, y Lucia significa luminosa, llena de luz, y por esta motivo en algunos sitios es representada con una lámpara (de aceite) encendida en la mano. Desde la Edad Media es invocada como patrona de la vista, ya sea para curar enfermedades de los ojos o para curar la ceguera espiritual. Existe, por tanto, un nexo de unión entre ambas imágenes, que es difundir la fe cristiana, el evangelio, entre los paganos (indios sudamericanos) y entre todos aquellos que, de una forma u otra, se han apartado del camino correcto (entiendase, el camino marcado por la ortodoxia cristiana católica apostólica romana
Una de las hipótesis para tratar de explicar el origen de la festividad es la influencia que pudieron ejercer los repobladores nórdicos que llegaron a tierras andaluzas durante el siglo XVIII; En este punto no hemos de olvidar que Santa Lucia es muy celebrada en Suecia, país protestante. Pero en Casarabonela no tenemos constancia alguna o prueba documental que pueda avalar este hecho, y la similitud puede ser mas bien de la casualidad, y no podemos interpretarla como el resultado de la imitación de unas costumbres propias de unas gentes qué, según los hechos historicos, no pasaron mas allá de Sierra Morena y Despeñaperros durante el reinado de Carlos III, con el añadido de que la repoblación en estas zonas fue un completo fracaso y parece ser que no tuvo continuidad.

7. –En el punto relativo al significado especifico de la fiesta podemos establecer dos vertientes: la primera seria el significado a nivel religioso oficial, el que percibimos de forma clara y directa, el significado externo, que no es ni el mas importante ni el explicativo; La segunda seria el significado de la fiesta respecto a la estructura social real de la que emana la celebración, de los valores y de la ideología de l grupo humano que celebra la fiesta. Esto ultimo es importante por cuanto observamos que muchas procesiones y otros festejos reflejan las jerarquías de poder eclesiásticas, militares y civiles. El orden en Casarabonela podría estar constituido de la siguiente manera: En primer lugar la Iglesia Católica, representada por la imagen de la Divina Pastora (Virgen Maria), le seguiría, en orden decreciente, el colectivo de los molineros, un gremio que hasta hace pocos años tenia gran influencia en el municipio, en tercer lugar las pastorales de adultos y niños y, por ultimo, el publico asistente, formado por nativos y gentes de muy diversa procedencia. Se establece así un grupo cerrado con identidad propia formado por la Iglesia, los molineros y las pastorales, frente a una mayoría no personalizada. Cada uno esta en su sitio pero hay una serie de elementos comunes, de aspectos externos, mediante los cuales todos son participes de la fiesta.
Vemos como, llegados a este punto, no podemos contemplar la festividad de los Rondeles como un mero fenómeno pintoresco, cómo algo superfluo o carente de valor, sino como un hecho cultural y social muy complejo que forma parte de y conforma nuestra propia identidad. Observamos también como va ganando terreno el intento de la Iglesia por monopolizar la interpretación y por controlar la religiosidad popular qué, siendo él más importante, no es la única de las posiciones que desde la jerarquía eclesiástica se adoptan respecto al fenómeno. Se va acentuando la dimensión religiosa en detrimento de la dimensión pagana, siendo esta ultima la que da verdadero sentido a la misma, porqué es en la época anterior al cristianismo donde hemos de buscar el origen de la mayor parte de los ritos que, cómo este, están centrados en el fuego, y la celebración de los Rondeles no constituye una excepcion, puesto que esta y otras asociaciones populares que ahora tienen un carácter religioso son, la mayor parte de las veces, los medios mediante los que se expresan fenómenos y realidades que pertenecen a otras esferas muy distintas, e incluso alejados del ambito religioso, pero que solo han podido exteriorizarse revistiéndose de la respetabilidad que este ha deparado a lo largo de la historia reciente.
En Andalucía se ha desarrollado una fuerte sacralización de la vida social, y esto podemos hacerlo extensivo a muchas culturas agrícolas, pero aquí se ha reforzado debido a la conquista castellana qué, desde el principio tuvo como uno de sus objetivos principales arrancar de raíz las ideologías y las culturas musulmana y judía
En el caso especifico de Casarabonela, donde la población morisca fue mayoritaria hasta finales del año 1570,cabe la posibilidad de que se incorporase a rituales colectivos y organizaciones de carácter marcadamente religioso a personas cuyas ideas y antecedentes podrían resultar sospechosos a los poderes dominantes (esclavos, judeo-converso, moriscos, etc.) y que, mediante su adscripción y participación en rituales y asociaciones de carácter religioso, podían integrarse en el conjunto de la sociedad cristiana dominante, siendo esta una hipótesis que también se ha aventurado para intentar explicar el origen de las numerosas hornacinas o cruces que jalonan la mayor parte de las calles del municipio, sobre todo en su parte antigua.


Para termiar, quisiéramos hacer una breve aclaración. Lo que pretendemos es dar a conocer todas aquellas opciones, hipótesis y alternativas que puedan ayudarnos a entender un fenómeno tan rico y complejo como es el de la festividad de los Rondeles, no deteniéndonos solo en los aspectos exteriores sino profundizando en aquellos aspectos internos que puedan ayudarnos a comprender el verdadero origen y el significado de una celebración única en la que se expresa de forma sencilla y sincera el sentimiento de todo un pueblo, el pueblo de Casarabonela.





Francisco Gómez Armada

La Fiesta de la Virgen de los Rondeles

Cada 12 de diciembre se celebra en el pueblo malagueño de Casarabonela la Fiesta de la Virgen de los Rondeles, declarada a finales del año 2001 Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.

Esa noche, víspera de santa lucia (13 de diciembre), el fuego adquiere un protagonismo muy especial, iluminando el recorrido de una procesión que hunde sus raíces en las brumas del tiempo.

El nombre de ésta mártir cristiana, muy celebrada en Suecia, está relacionado con la palabra latina lucem, que significa luz, y Lucia significa luminosa, llena de luz, motivo por el cual en algunos sitios se la representa con una lámpara de aceite encendido en la mano. Desde la edad media es invocada como patrona de la vista, ya sea para curar enfermedades de los ojos o para curar la ceguera espiritual.

Son muchas y muy variadas las teorías que intentan explicar este fenómeno. Lo que sí está fuera de toda duda es que desde principios del siglo XVIII el colectivo formado por los molineros de aceite llevaba en procesión sus capachos de esparto ardiendo, en un sencillo acto de acción de gracias por la cosecha a la Divina Pastora.Al principio los rondeles iban desplegados, siendo su combustión mucho mas rápida, éste fue el motivo por el que en 1974 se adopto la costumbre de llevarlos enrollados, para así poder garantizar su duración.

Después de la Guerra Civil la Fiesta no se celebro durante algunos años, siendo uno de los motivos el que según alguno de sus detractores-tuviese un carácter más pagano que cristiano por el hecho de que en la forma antigua de celebrarlo participasen mujeres que, como los hombres, también eran portadoras de rondeles. La celebración resurgió nuevamente, aunque con modificaciones sustanciales, en la década de 1970.Es a partir de esta época cuando va tomando cuerpo la idea de crear una asociación que no solamente mantuviera viva la tradición sino que al mismo tiempo preparara, coordinara y organizara cada año la celebración. Finalmente, en 1993,se crea la Asociación Amigos de los Ro ndeles, y algunos años mas tarde, concretamente en 1999,la asociación y la corporación municipal llegaron a un acuerdo que posibilito la restauración de la Remita de la Veracruz, sede de la Virgen de la Pastora desde el año 2000.
Los actos comienzan alrededor de las diez de la noche, con la bendición del fuego que ha de encender los capachos impregnados de aceite.

En una sociedad básicamente rural como la nuestra, la participación de la Iglesia ha consistido en cristianizar antiguos ritos paganos de transición(solsticios de verano e invierno. En el caso concreto de los Rondeles pasamos de un tiempo denso (recogida de la cosecha) a otro mas lento y suave en las tareas agrícolas(el abonado de la tierra, la ara y la tala. En este sentido el Cristianismo ha adoptado una serie de elementos ya de por sí muy antiguos, institucionalizando mediante el uso de imágenes y advocaciones diversas algo tan natural y primitivo como es el deseo del hombre de estar en armonía con la madre naturaleza, en la que vive y de la que depende.

Es entonces cuando el numeroso grupo de rondeleros inicia una andadura que, desde la pequeña plaza que se encuentra junto a la Ermita de la Veracruz –edificada sobre el solar de una antigua mezquita-, asciende hasta la parte mas alta del pueblo, lugar en el que se ubica la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol.

La luz producida por los portadores de los capachos ilumina un trayecto que discurre a través de calles estrechas y empinadas, herencia de lo que fué la ciudad islámica La mezcla de elementos tan diversos como el fuego, el humo de la combustión, el olor a aceite y el sonido de instrumentos tan peculiares como las castañuelas moriscas contribuye a crear una atmosfera irreal en la que las llamas proyectan sombras fantasmagóricas sobre las fachadas de los edificios que jalonan el recorrido de ésta singular procesión

Esta faceta estética sirve para desarrollar las emociones individuales y colectivas porque hace que el individuo utilice todos sus sentidos y, a través de esa utilización, se integre de forma plena en la Fiesta, bien formando parte de la procesión o integrado en el numeroso publico que asiste al evento.

Este fuego ilumina y purifica el camino de la Pastora, una advocación de la Virgen Maria.En el año 1703 Isidoro de Sevilla –un sacerdote capuchino de profunda devoción mariana-concibió, mediante una revelación o un sueño, la imagen de la Divina Pastora.El Padre le hizo al artista Miguel Alonso de Tovar, miembro de la Escuela Pictórica Sevillana, la siguiente descripción: “En el centro y bajo la sombra de un árbol, la Virgen Santísima sentada en una peña, irradiando de su rostro divino amor y ternura. La túnica roja, pero cubierto el busto hasta las rodillas de blanco pellico ceñido a la cintura. Un manto azul, terciado al hombro izquierdo, envolverá el entorno de su cuerpo, y hacia el derecho en la espalda llevara el sombrero pastoril, y junto a la diestra aparecerá el báculo de su poderio. En la mano izquierda sostendrá al Niño y posará la mano derecha sobre un cordero que se acoge a su regazo. Algunas ovejas rodearan la Virgen, formando su rebaño, y todas en sus boquitas llevaran sendas rosas, simbólicas del Ave Maria a la que la veneran...”

La talla que se encuentra en Casarabonela, inspirada en la hermosa imagen de la Divina Pastora de Capuchinos de Málaga, fue bendecida por el vicario de la zona el dia 11 de diciembre de 1999 con el nombre de Maria Santísima “Virgen de los Rondeles”, saliendo por primera vez en procesión al dia siguiente, 12 de diciembre.

El caño de Alora, que recibe éste nombre por estar situado junto al lugar en el que se encontraba una de las puertas del recinto amurallado de la antigua ciudad isalamica, es parado obligada cuando el rondelero se ve en la necesidad de reducir la llama de su rondel, dato muy significativo ya que, en la celebración antigua, éste caño junto con el de la Plaza eran los dos únicos puntos en los que se podía aflojar la llama sin que ello conllevase penalización para el portador del capacho. Hemos de tener presente que antes se organizaba un certamen y se premiaba con arrobas de aceite A los cuatro rondeleros que mas tiempo hubiesen aguantado con su primer rondel.

Es ya cerca de la medianoche cuando el cortejo formado por los rondeleros, la pastoral, la imagen y el numeroso grupo de asistentes culmina su recorrido junto a la que fué antigua mezquita mayor o mezquita del viernes, hoy la Iglesia de Santiago.Los rondeleros aguardan junto a la puerta del templo hasta que la Virgen hace su entrada en el edificio, lugar en el que permanecerá durante algunos dias. Una salve en su honor cerrara los actos de carácter religioso.

El caño que se encuentra detrás de la Parroquia, junto a la calle Castillo, es el destino final para el fuego que todavía consume el esparto empapado de aceite.

Pero no acaba aquí la Fiesta, ahora todos los participantes se dirigen a la Plaza de Casarabonela, un espacio abierto fruto de la concepción urbanística propia de las ciudades de Renacimiento.En este marco incomparable los actos religiosos dan paso a otros de carácter lúdico y festivo que se prolongaran hasta altas horas de la madrugada.

No debemos considerar la función lúdica como algo secundario ya que, a través de ella y a pesar de que se tiende a una reglamentación, el individuo libera energias. Esta actitud puramente festiva también parece tener su explicación. Su origen pudo proceder no de la mera licencia de los participantes sino de la idea rudimentaria de que estas concentraciones que se prolongan hasta el amanecer están justificadas e incluso son necesarias porque se cree que existe un lazo misterioso que liga la vida de los hombres a los movimientos celestes en los puntos críticos del año, durante los solsticios.

Vemos cómo, llegados a éste punto, no podemos contemplar la Fiesta de los Rondeles como un mero fenómeno pintoresco, como algo superfluo o carente de valor, sino como un hecho cultural y social muy complejo que forma parte y conforma la identidad de los vecinos de Casarabonela.

La virgen de los Rondeles

No se tienen datos fidedignos de como y por que se efectúa esta fiesta popular en nuestra villa, aunque todo apunta a una remotísima antigüedad, que ha ido cambiado y adaptándose al correr de los tiempo.

Parece ser que todo se remonta caso a los primeros albores de la humanidad, pues ya se celebraban unas fiestas muy parecidas en la Roma imperial, conocidas como “ Las Saturnales”, durante las cuales, por en estas misma fechas, los amigos y familiares se obsequiaban unos a otros enviándose antorchas encendidas y regalos diversos. El rey Tulio Hostillo, (años 600 a.c.), dicto reglas para su mejor desarrollo.

Luego, el pujante Cristianismo se encargo de transformar las viejas festividades paganas. El solsticio de verano se “bautizo” en San Juan, y el de invierno en Navidad, así como otros mucho que seria prolijo de citar. Las saturnales- cristianizadas y reformadas- se pusieron bajo la advocación de Santa Lucia, que como su propio nombre indica, es la que lleva la luz y por eso es la patrona de los hermanos invidentes. Santa Lucia se celebra el 13 de Diciembre, el día siguiente de nuestra procesión.

Con la cristianización de los países nórdicos, festividad y costumbre pasaron allí. Recordemos que en la misma noche mágica, las vírgenes suecas se colocan velas excedidas en la cabeza recorriendo calles y hogares en procesión, y eso (que ha trascendido incluso a las severas reformas luteranas), a la fuerza es algo más que una casualidad .Claro, que si es cierto que algunos nórdicos se establecieron en muestro pueblo en el siglo XVIII, puede que sea como algunos cantes: De ida y vuelta. Abierta queda esta observación a los investigadores.

Durante siglos, como una luz de Adviento, los molineros de aceite de nuestro pueblo llevaron ardiendo sus redondeles de esparto impregnados del sabroso zumo de aceituna, en un sencillo acto gracias por la cosecha a la Divina Pastora, la Virgen rustica y campesina como lo son ellos mismo. Solo que dicho redondeles (reondeles o rondeles, en dialecto andaluz), al ir desplegados como banderas adienses, se caían entre llamas, y era raro el que concluía el desfile que había alumbrado. Por eso, en 1974 se adoptó la costumbre de llevarlos enrollados, para poder así garantizar su duración, acompañados de unos villancicos que tienen “solamente” quinientos años de antigüedad.

Recordamos a nuestros visitantes que, lo mismo que lo fue en el mundo romano, esta es para nosotros una fiesta de fraternidad y sincera amistad entre todos, sin clases ni distinciones, y si ése es el espíritu que les anima, sea muy bienvenidos en nombre de la Divina Pastora.

Eleuterio Gutiérrez
Cronista Oficial de la Villa



Casarabonela, 12 de Diciembre de 1995